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Full text of "Wilson Monti Grane 1994 Cronica De Las Cosas Nuestras 07"

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Suplemento de distribución gratuita 



FLORIDA 

Crónica de las cosas nuestras 

Dr. Wiison Monti Grané 


Fascículo séptimo 


Suplemento especial de EL HERALDO 
en el 75- Aniversario 


FLORIDA - SETIEMBRE DE 1994 






FLORIDA 

Crónica de las 
cosas nuestras 


Testigo mudo 
Una fuente con recuerdos 

de Patria Vieja . 

20 de Setiembre 
Día de Itaiia y aniversario 
de la Sociedad Italiana de Florida 
La Yerba Mate. 

LosValdensesen Florida. 

La Estancia "La Calera" 
está desapareciendo (Nota IV). 
Leguisamoen Florida y 

Don Talo Manera. 

Ofidios en Florida (Nota II). 

Un valiente hijo de la Patria. 

La leche: Alimento vital 

de la familia (Nota II). 

Ecología: algo que debemos 
aprender en nuestros 
hogares (Nota III). 

>5 

w 3^^ 

üños 



EL HERALDO 


Apoya: 

Junta Departamental de Florida 











Hechos de la historia 


Testigo mudo 


UNA FUENTE CON RECUERDOS DE PATRIA VIEJA 



La familia Pastorini- 
Roca guarda un her¬ 
moso testigo de la Pa¬ 
tria Vieja: se trata de 
una fuente de loza con 
hermosos grabados, 
que se conserva intac¬ 
ta, y que a través de 
varias generaciones ha 
sido guardada como 
una reliquia que nos 
habla de los viejos tiem¬ 
pos de la Patria. 

En ella se sirvió un asa¬ 
do a los Asambleístas 
de la Florida, en casa de 
Don Salomé Peña, que 
vivía entonces frente a 
la Plaza (no sabemos 
exactamente en qué lu- 

Fuente de loza (Foto del archivo de El Heraldo). 

Guichón, (que le había 
escrito personalmente 
hallándose muy enfer¬ 
ma), le trasmite la his¬ 
toria de esa fuente en 
poder ya de Doña 
Marcelina, pues ella 
había asistido a la re¬ 
unión en que Don 
Salomé Peña obsequió 
a Don Antolín Urioste 
con el citado objeto. 
Relata también que 
había oído de sus ma¬ 
yores la historia de esa 
fuente, que luego repe¬ 
tiría Don Salomé Peña 
en el acto de su regalo a 
Urioste. 

El valor de este objeto 
es inapreciable y así lo 
entienden quienes lo 
conservan intacto, por 
todos los recuerdos que 
él encierra. 

W.M.G. 25108196 


Este vecino, conservó 
la hermosa fuente has¬ 
ta que muchos años 
después, siendo don 
Antolín Urioste Jefe 
Político de Florida 
(1873 a 1874), durante 
la Presidencia del Dr. 
Ellauri, con motivo de 


una fiesta Patria en una 
reunión realizada en 
casa de la familia Fer¬ 
nández, regaló a Don 
Antolín la fuente que 
atesoraba. 

Al fallecer Don Antolín 
Urioste, este precioso 
recuerdo pasó a sus 


descendientes: prime¬ 
ro a Don Toribio Urios¬ 
te, y luego a la hija de 
éste. Doña Marcelina 
Urioste de Pastorini a 
quien alcanzamos a 
conocer y tratar. A su 
fallecimiento, su hijo, 
Don Héctor Pastorini 
Urioste y su esposa 
Doña Hortensia Roca 
de Pastorini, cuidaron 
el valioso legado. Y al 
faltar ambos, éste pasó 
a sus hijos. 

Esta documentación la 
tomamos de una carta 
de Don Alejo Guichón, 
fechada el 17 de mayo 
de 1940, y dirigida a la 
Sra. Marcelina Urioste 
de Pastorini. En ella, 
dice que cumpliendo 
con un mandato de su 
señora madre. Doña 
María Inés Vidal de 



Dr. Antolín 
Urioste 
Jefe Político 
durante 
el gobierno 
de Ellauri. 
(Foto publi¬ 
cada en el 
'lÁbro de 
Florida!. 


4 














Hechos de la historia 


20 de Setiembre: Día de 
Italia y aniversario de la 
Sociedad Italiana de Florida 


El 20 de setiembre de 1870, se 
aseguraba la "Unidad Italiana”, 
luego de una enorme serie de 
luchas, sacrificios, y enfren¬ 
tamientos bélicos e ideológicos, 
que parecían casi imposibles de 
vencer. 

No vamos a tratar en esta nota 
todos los hechos que llevaron a 
la consolidación de esa unidad, 
ni las causas que motivaron la 
patriótica acción de ese pueblo, 
subyugado a la invasión y codi¬ 
cia de otros países, y a ideas y 
preconceptos que ya eran con¬ 
siderados retrógrados: los tra¬ 
tados de Historia Universal es¬ 
tudian en detalle ese proceso 
tan importante en la vida de la 
humanidad. 

Sí, diremos que desde ese mo¬ 
mento, esa gran nación que es 
Italia, se integró tal y como es en 
el presente, al concierto mun¬ 
dial de naciones; su genio, su 



Mazzini. (Foto publicada en 
'Historia del Mundo" de José 
Pijoan). 



Garibaldi. (Foto publicada en 
"Historia del Mundo" de José 
Pijoan). 


arte y su trabajo continuaron 
proyectándose a todas las regio¬ 
nes del mundo. 

Sus artífices, Garibaldi, Mazzini 
y Cavour, fueron los "arquitec¬ 
tos” de la nueva Italia. A ellos 
acompañó el Rey Víctor Manuel 
11 de Saboya llamado el "Padre 
de la Patria”. 

El recuerdo de estos preclaros 
hijos, se venera tanto en Italia 
como en el resto del mundo, en 
todos los lugares a donde la 
sangre de este noble pueblo, 
llegó no como conquistadora 
sino para trabajar y propulsar 
las artes y la ciencia. 

Nuestra patria recibió a los hij os 
de esa tierra, desde los albores 
de su existencia. Ellos vinieron 
a colaborar decididamente en la 
conformación de nuestro Uru¬ 
guay, con su trabajo duro y su 
cultura, que se mantiene a tra¬ 
vés de los siglos, ala vanguardia 
del mundo. 


Florida recibió a fines del siglo 
pasado, un gran aluvión de 
inmigrantes italianos que se es¬ 
tablecieron en todo el depar¬ 
tamento, pero particularmente 
en nuestra ciudad, y formaron 
un conglomerado de importan¬ 
cia. 

No vinieron a comerciar ni a 
especular con nuestras men¬ 
guadas riquezas: vinieron a dar 
su esfuerzo en el trabajo de la 
tierra y de la piedra; a producir 
alimentos y a contribuir a for¬ 
mar -con sus hábitos pacíficos y 
creadores- una sociedad más 
laboriosa en nuestra aún indó¬ 
mita, rica y rebelde tierra, con 
una democracia en formación y 
con una desorganización im¬ 
portante. 

La colonia italiana en Florida se 
tomó numerosa, poblando los 
alrededores de nuestra enton¬ 
ces villa, con huertas pletóricas 



Cavour. (Foto publicada en 
"Historia del Mundo" de José 
Pijoan). 


5 





Hechos de la historia 



La Loba Romana: regalo de Italia a nuestra ciudad, por gestiones de la entonces Comisión 
Directiva de la Sociedad Italiana, ante el Sr. E>mbajador Don Andrés Perrero. E^tá emplazada en 
la Plaza Italia, desde 1963, como simbolo de la Ciudad Eterna, y de un pueblo inteligente y IcJyorioso 
que dio al mundo lo mejor de si. (Foto de E. Cerrutti, 1994). 


de hortalizas, frutas y viñedos. 
Muchos trabajaron la dura pie¬ 
dra en las canteras, con destino 
a la edificación, y a su uso en 
carreteras y vías férreas que se 
estaban construyendo en todo 
el país. 

Cuando habían transcurrido 
once años del acontecimiento 
de la “Unidad Italiana”, el 20 de 
setiembre de 1881 un grupo de 
Italianos afincados en nuestra 
villa fundó la “Sociedad de Mu¬ 
tuo Socorro Fra Gli Operai 
Italiani” de Florida que tendrá 
una vida próspera durante más 
de un siglo. Era el mutualismo 
local que despertaba. Casi al 
mismo tiempo se fundaron la 
Sociedad Francesa y la Socie¬ 
dad Española de Socorros Mu¬ 
tuos. Su fin era el de asegurar 


asistencia médica, medicamen¬ 
tos, socorro económico en caso 
de estar enfermo y no poder 
trabajar, y sepulcro social en 
nuestro cementerio. 

Hermoso ejemplo de hombres 
carentes de bienes que aspira¬ 
ban al mantenimiento de su 
salud. 

Hoy, esta institución sólo fun¬ 
ciona en el terreno cultural y 
recreativo, tratando de unir a 
todos los descendientes de ita¬ 
lianos y a los que no lo son pero 
que quieran acompañarles. 
Funciona en el mismo local que 
construyeran sus esforzados 
fundadores hace casi un siglo. 
Funciona en forma promisoriay 
generosa, dando a nuestro me¬ 
dio un centro de manifestación 
cultural realmente importante. 


Podemos decir que ha vuelto a 
ser el importante centro cultu¬ 
ral de otrora. 

Su comisión adquirió un her¬ 
moso piano de concierto y volvió 
a dotar su sala de butacas. En 
su sede laten importantes orga¬ 
nizaciones que allí se reúnen, y 
la vida cultural de Florida toda 
encuentra sus puertas siempre 
abiertas para cualquier mani¬ 
festación del arte y diversas in¬ 
quietudes. 

Reina gran entusiasmo en los 
Directivos que llevan la respon¬ 
sabilidad de guiarla, tratando 
de mantener y estimular los la¬ 
zos afectivos que se mantienen 
a través de generaciones de des¬ 
cendientes. 

W.M.G. 20109185 y 23/09/86 


6 




Mundo biológico 


La Yerba Mate 

(Nota I) 


Los fríos y las sequías prolonga¬ 
das, peijudican notablemente 
al arbusto o árbol (según su 
desarrollo) llamado Yerba Mate 
y su rendimiento en hojas, baja 
notablemente en esas circuns¬ 
tancias. 

Un hecho a considerar es que 
los orientales, dejaremos de be¬ 
ber cualquier cosa, menos el 
mate. Hemos debido sufrir em¬ 
bates de encarecimientos vio¬ 
lentos, pero aún con sacrificio, 
el mate siguió siendo la bebida 
nacional y tradicional. 

Por eso nos ocuparemos de él 
bajo sus dos aspectos: un as¬ 
pecto biológico y otro que tiene 
un poco de espiritual, de 
folclórico y de social; porque por 
algo fue y seguirá siendo un 
símbolo en la vida de los habi¬ 
tantes de este suelo. 

¿Qué es la yerba mate? 

Es un árbol pequeño, que a 
veces tiene el porte de un arbus¬ 
to, llamado Uex. 

Un botánico argentino estudio¬ 
so e investigador de su fiora, 
indica la existencia de tres va¬ 
riedades de yerba mate recono¬ 
cidas y clasificadas industrial- 
mente, que son: “Caa Guazu” 
(Ilex brasüiense) que es la más 
aceptada por nuestros palada¬ 
res; “Caa Mini” o “yerba 
Paraguaya*' (Ilexparaguayerisis) 
y la “Yerba Argentina" que en 
esos lugares recibe el nombre de 
‘Yerba Señorita”. 

La ‘Yerba Brasilera” como se 
dijo, es la más apetecida por 
nosotros aunque su sabor no 
depende solamente de su ori¬ 
gen, sino también del tratamien¬ 
to que sufre para la comercia¬ 
lización. 



Estampa típica de nuestro 
campo. 


Restauradora de energías 

Las hojas y las ramas tiernas 
son las que se usan para la 
elaboración de la yerba mate, 
que también recibe o recibía 
antiguamente el nombre de ‘Té 
del Paraguay”. 

Es una bebida altamente diuré¬ 
tica, estimulante y excitante. Es 
considerada como restauradora 
de energías y es estimulante del 
organismo cansado. Muchos 
consideran el hábito del mate 
como un vicio, aunque en reali¬ 
dad no es estrictamente un vi¬ 
cio, pues de acuerdo a lo mani¬ 
festado por el diccionario, “vi¬ 
cio” es: gusto especial o dema¬ 
siada afición a una cosa que 
incita a abusar de ella. 

El tomador de mate no abusa: 
toma mate a sus horas, desde 
luego con las excepciones que 
puedan existir. 

Nuestra América tropical y sub 
tropical conoce la yerba mate 
desde épocas inmemoriales. 
Cuentan viajeros del siglo XVIII 
que nuestros indígenas eran 
ávidos consumidores de “Yerba 


del Paraguay” y que conjunta¬ 
mente con el tabaco y el alcohol 
eran los mejores regalos que 
apreciaban. Muchos natura¬ 
listas aseguran que nuestros 
indios no contrajeron vicios 
mayores, gracias a la presencia 
de la yerba mate, vicios que 
podían contraerse por el consu¬ 
mo de otros vegetales como la 
coca, por ejemplo, tan difundi¬ 
da en otros lugares de América. 

Desde el fondo de la historia 

El Gral. Antonio Díaz (1789- 
1869) observó que los charrúas, 
cuando tenían yerba mate, la 
echaban dentro de un recipien¬ 
te de barro secado al sol, o de un 
porongo, le echaban agua y be¬ 
bían el líquido obtenido; tam¬ 
bién masticaban la yerba moja¬ 
da. 

Viene pues, desde el fondo de la 
historia, el consumo de la yerba 
mate, el “vicio” más recomenda¬ 
ble y más sano de todos. Y como 
nos decía nuestro Inspector de 
Secundaría el Dr. Carlos Torres 
de la Llosa, siempre debemos 
aconsejar el mate, pues igual 
que en el tiempo de los indíge¬ 
nas, puede alejar a nuestro pue¬ 
blo de otros vicios realmente 
nocivos sobre todo para nuestra 
juventud. 

En la labor colonizadora de los 
jesuítas, desde 1585hasta 1767, 
hay que hacer notar sus esfuer¬ 
zos para introducir en sus 
establecimientos agrícola - ga¬ 
naderos y propagar, el consumo 
de Yerba Mate. Cuando los mi¬ 
sioneros bajaron de Guairá y 
comenzaron a poblar el territo¬ 
rio de Misiones, no existía allí 
este árbol, o existía en forma 
silvestre sólo en algunos lugares. 


7 



Mundo biológico 



Árbol de yerba mate. 


En los primeros tiempos, los 
indios hacían largos viajes en 
busca de la yerba mate. Pero ya 
en 1742, eran cinco los pueblos 
que tenían sus propios yerbales 
y satisfacían sus propias nece¬ 
sidades. 

Difícil Aclimatación 

Por estas razones la yerba mi¬ 
sionera siempre fue en su ma¬ 
yor proporción producida por el 
hombre. Viente años más tarde, 
todos los pueblos tenían tan 
útiles plantaciones hechas por 
el hombre, pues se trata de un 
vegetal de difícil aclimatación, 
como lo aseveran todos los bo¬ 
tánicos contemporáneos. 

En nuestro país, crece silvestre 
en algunos lugares de Ta¬ 
cuarembó y Treinta y Tres, so¬ 
bre todo en lugares serranos. 
Debe intentarse su cultivo, que 
signifícaría una gran riqueza 
para nuestro país. 

En aquel entonces, costaba 
mucho trabajo hacer germinar 
las semillas que venían desde 
los montes nativos. Pero más 
tarde, seleccionando las semi¬ 
llas, protegiendo las pequeñas 


plantitas y luego trasplantán¬ 
dolas a lugares abonados, pro¬ 
tegidos y especiciles, las plantas 
crecían lozanas mediante rie¬ 
gos adecuados. Decían los je¬ 
suítas que a los 8 o 10 años “se 
podía hacer yerba”. Hoy quizá 
las plantas sean más precoces. 
A esa labor de los jesuítas deben 
la Argentina, el Paraguay y el 
Brasil, el poseer la inmensa ri¬ 
queza que esta planta significa, 
y no sólo realizaron la planta¬ 
ción de yerbales sino la Indus¬ 
trialización de la yerba, que aún 
hoy se sigue haciendo con mé¬ 
todos semejcintes. 

La de los indios era nwjdr 

Las notas de entonces, llegadas 
a nosotros por los jesuítas; di¬ 
cen: “Hay sin embargo una gran 
diferencia entre la yerba traba¬ 
jada por los indios y la trabajada 
por los espciñoles; la de los pri¬ 
meros era muy superior, por su 
aroma y gusto”. 

El P. Cardiel, dice: “Los españo¬ 
les viendo estos yerbales, han 
pretendido hacer lo mismo en 
sus casas y granjas, y yo les he 
dado semillas y receta para que 
lo hagan; mas nunca lo consi¬ 
guieron, aún siendo las tierras 
del Paraguay las más a propósi¬ 
to para estas plantas, que las 
otras tierras”. 

Los que ya tenemos algunos 
años, pensamos que la yerba 
que consumíamos antes era 
superior. Su aroma se sentía 
desde la vereda, cuando los co¬ 
merciantes abrían las “barricas” 
de madera, en las que venía la 
yerbabrcisileña, cuidadosamen¬ 
te embalada. 

¿Era distinta? ¿Era más pura? 
Son preguntas que ahora no 
podríamos contestar. 

El paladar oriental siempre pre¬ 
firió la yerba bréisileña. La yerba 
argentina sabe a “yerba floja”, y 


la yerba peirciguaya que alcancé 
a ver en los comercios de Mon¬ 
tevideo, en sacos de cuero de 
vaca incluso con su pelaje, era 
demasiado fuerte y contenía 
demasiados tallos, ^ra común 
escuchar entonces ej (ficho: “Es 
como yerba paraguaya: puro 
palo”. 

Antiescorbútica 

Como dije antes, la infusión de 
sus horas y tallos tiernos, posee 
cualidades beneficiosas pqra el 
organismo, pero ademÁs posee 
una gran riqueza en Vitanüna C 
o Antiescorbútica. 

Esta vitamina es termplábfi, es 
decir que se destruye por el ca¬ 
lor, por lo cual el icfeal sería 
tomarla como lo hacían los in¬ 
dios: las hojas de yerba macera¬ 
das en agua fila, pires as^í su 
riqueza vitamínlí^ no se destrur 
ye. De la manera que tomamos 
nosotros el mate, a los pocos 
mates cebados, la Vitamina C se 
destruye. Quiere decir que los 
primeros mates, la contienen en 
buena proporción, para luego ir 
desapareciendo destruida por 
el calor. 

Dice el Dr. Jorge Lockait, en su 
“Historia del Hospital Maciel” 
que en 1842, se produjo en 
Montevideo una gran epidemia 
de escorbuto (avitaminosis C), 
en la cual se asistieron 1553 
enfermos y fallecieron 371 en el 
Hospital, pero seguramente 
muchos más en sus casas par-» 
ticulares. 

Indudablemente, esto fue debi¬ 
do a la carencia de alimentos 
frescos, verdes, y quizá mate, 
pues debemos tener en cuenta 
que estábamos en plena Guerra 
Grande, con la campaña con¬ 
trolada por léisfúerzas sitiadoras 
y por ío tanto, la ciudad amura¬ 
llada de Montevideo estaba pri¬ 
vada de alimentos naturales fires- 


8 




Mundo biológico 


eos como verduras y frutas. 
Aquí se aclara más el problema: 
la mayoría eran enfermos ex¬ 
tranjeros (franceses, italianos e 
ingleses), no acostumbrados a 
tomar mate, tan común en to¬ 
dos los estratos sociales crio¬ 
llos. 

Investigadores argentinos sos¬ 
tienen que la raza americana del 
sur, y fundamentalmente la rio- 
platense, se salvó de la avi¬ 
taminosis C, y por lo tanto de 
una destrucción progresiva, 
merced al consumo de yerba 
mate. 

Nuestros indios la mezclaron a 
frutas silvestres y nuestros crio¬ 
llos tomaron mate diariamente, 
complementando una alimen¬ 
tación deficiente en Vitamina C, 
como la carne asada o cocida y 
galleta. 

Los yerbales del norte se pro¬ 
yectaron hasta nuestro medio y 
salvaron a generaciones de 
rioplatenses que poseían una 
alimentación insuficiente. 

En este siglo, comenzaron a 
plantarse yerbales en la zona 
tropical y más en la zona 
subtropical de América. 

En nuestro país, en proporción 


a sus habitantes, es donde más 
se consume. 

Diurética y laxante 

Sólo hablamos de su riqueza en 
Vitamina C, pero contiene de im 
0,8 a un 2% de cafeína, algo de 
teobromina (común en el ca¬ 
cao), 4,2% de grasas y ceras, 
tanino, materias nitrogenadas, 
trazas de aceites esenciales, co¬ 
lina, etc., etc. 

Algunas de estas sustancias son 
las que le dan a la yerba mate su 
acción estimulante, diurética y 
ligeramente laxante. Su compo¬ 
sición química es mucho más 
compleja y no corresponde aquí 
desarrollar este punto estricta¬ 
mente técnico. 

Formas de consumo 

Para finalizar este aspecto bási¬ 
camente biológico sobre la yer¬ 
ba mate, diremos que no exis¬ 
tiendo problemas orgánicos que 
hagan que su consumo sea in¬ 
conveniente, es una excelente 
bebida, bajo cualquiera de sus 
formas: cebado en un mate (pe¬ 
queña calabaza que le ha dado 
el nombre), en forma de té, solo 
o con leche (mate cocido), frío o 



Los 

mensúes: 
cosecha 
dores de 
yerba 
en el 

Paraguay. 
Viven en 
los yerbales 
y llevan 
su cosecha 
a los 
molinos. 


“tereré”, común en el Paraguay, 
en donde hemos tenido la opor¬ 
tunidad de beber infusiones de 
yerba mate helada o bajo otras 
formas que el hombre ha ideado 
para su consumo. 

Debe ensayarse en el Uruguay 
su cultivo. Si la yerba mate es 
capaz de vivir en forma silvestre 
en los bosques y quebradas 
norteñas, bien podríamos tra¬ 
tar de hacerla prosperar y pro¬ 
ducir, guiada por nuestra capa¬ 
cidad de trabajo. 

Como se trata de una planta 
muy sensible a los fríos, quizá 
sea este su mayor problema. 
Pero de lograrse que su planta¬ 
ción y su evolución prospera¬ 
ran, sin duda significaría una 
fuente apreciable de riqueza y 
ocupación de mano de obra para 
nuestro país. 

No poseemos datos del costo 
que dignifica para el Uruguay la 
importación de yerba mate, pero 
sí sabemos que asciende a va¬ 
rios millones de dólares anua¬ 
les. 

“Yerba de los ladrones” 

Como un apéndice interesante 
de esta nota sobre la biología de 
este vegetal, debemos decir que 
la cosecha debe realizarse a de¬ 
terminadas horas del día, pues 
los estomas de las hojas (poros 
de transpiración) están más di¬ 
latados y exhalan un perfume 
más intenso, dando a la yerba 
im gusto especial. 

En cambio por la noche, al ce¬ 
rrarse los estomas de las hojas, 
su gusto varía. Tanto es así, que 
en Brasil, Argentinay Paraguay, 
se sabe si es yerba cosechada en 
horas de luz o de noche, por el 
gusto que presenta; a tal punto 
que a la yerba con menos sabor, 
la Uaman “yerba de los ladro¬ 
nes”. 

W.M.G. 30104186 


9 




Hechos de la historia 


Los Valdenses en Florida 


Un día de octubre de 1957, lle¬ 
garon a un lugar situado cerca 
de Florida entre los parajes 
llamados La Macana y Undero, 
varios camiones, automóviles y 
camionetas repletos de perso¬ 
nas que aparentemente desea¬ 
ban realizar un “paseo campes¬ 
tre” en la zona de Chacras de 
Florida. Bajaron de sus vehícu¬ 
los, comieron, danzaron, bebie¬ 
ron y al final del día habían 
construido una estela de pie¬ 
dra, parte de la cual habían 
traído preparada. 

Ésta mide más de dos metros de 
alto y presenta la siguiente Ins¬ 
cripción: 

“1857 

Principio colonización valdense 
en Uruguay. 

1957. Los descendientes agra¬ 
decidos.” 

En su parte inferior depositaron 
una placa de bronce en donde 
dice: “A los colonizadores lle¬ 
gados a Florida, los descen¬ 
dientes valdenses. Octtibre de 
1957”. 

Luego de concluida la construc¬ 
ción de la estela, aquel grupo de 
gente, se retiró del lugar en sus 
vehículos. 

¿Quiénes son los valdenses? 
¿Qué relación existe entre los 
campos de esa zona de Florida y 
los Valdenses? 

Con respecto a la primera pre¬ 
gunta, transcribimos aquí, lo 
que dice el Larousse Universal: 
“Valdenses: Sectarios llamados 
así por su fundador Pedro de 
Valdo (Siglo XII). Los Valdenses 
no admiten sino la Biblia, como 
fundamento de su fe y no acep¬ 
tan la Misa y el culto de los 
Santos, el ayuno y la confesión 
auricular. Sus dos únicos sa¬ 
cramentos son el bautismo y la 


Santa Cena o Comunión Sim¬ 
bólica. 

Extendidos por toda Italia y di¬ 
fundidos en le Siglo XIV por 
Provenza, fueron perseguidos 
desde im principio por la Iglesia 
Romana y en 1488, el Papa 
Inocencio VIII, proclamó contra 
ellos una nueva cruzada muy 
severa; Francisco I, los duques 
de Saboya y Luis XIV, Ies persi¬ 
guieron también por lo que 
muchos de ellos huyeron de 
Suiza y Alemania. 

La Revolución Francesa les con¬ 
cedió la Igualdad Civil y Política, 
después de la anexión del 
Píamente, y Napoleón I leá favo¬ 
reció; pero Víctor Manuel I les 
sometió más tarde, otra vez al 
régtoen de excepción. 

En 1848 se les devolvió definiti¬ 
vamente laigualdad política. Son 
actualmente, unos doce mil en 
el Piamonte pero existen igle¬ 
sias Valdenses aisladas en di¬ 
versos puntos en América, en 
Rosario (República Argentina) y 
en el Uruguay”. 

Hasta aquí el Diccionario 
Larousse, pero es posible que 
existan muchas más agrupa¬ 
ciones valdenses dispersas por 
Europa y América. Pueblo pací¬ 
fico y trabajador solo buscaban 
un lugar en la tierra para traba¬ 
jar y poder practicar su religión, 
pero sólo encontraron persecu¬ 
ción, despojo y hasta muerte 
por el fanatismo religioso de la 
época, debiendo huir y ocultar¬ 
se para salvar sus vidas y sus 
convicciones. 

Se refugiciron en los Valles 
Piamonteses y desde allí péirtie- 
ron hacia los lugares de Améri¬ 
ca en donde poder trahajar y 
subsistir. Es desde allí que par¬ 
tió hacia el Uruguay un contin- 



Estela recordatoria de la colo¬ 
nización Valdense. CFoto publi¬ 
cada en El Heraldo, 13112185). 

gente de ellos, a poblar nuestros 
dilatados campos, dados a los 
primitivos colonizadores espa¬ 
ñoles en la primera distribución 
de tierras en 1809, cuando la 
fundación de Florida. Esas tie¬ 
rras llegaban hasta el Arroyo 
Lindero (nombre dado puesto 
que lindaban con los campos 
aún semidesiertos y sólo pobla¬ 
dos con ganadería cerril). 

Pero para tener un conocimien¬ 
to exacto y veraz, de la breve 
estadía de los Valdenses en Flo¬ 
rida, nos remitiremos al valioso 
libro escrito por los Sres. Ernes¬ 
to Tron y Emilio Ganz, titulado 
“Historia de las Colonias 
Valdenses Sudamericanas”. 

En su Capítulo V titulado “Los 
Valdenses en Florida”, dice: “Los 
Valdenses no se establecieron 
todos juntos, sino en distintos 
pimtos, a una, dos y tres leguas 
en la pintoresca Ciudad de Flo¬ 
rida, célebre por haberse jurado 
allí la Independencia Uruguaya 
en 1825. Los emigrantes consti¬ 
tuían 45 familias, de las cuales 


10 





Hechos de fa historia 


15 estaban en buena posición 
material y 30 en condiciones de 
pobreza. 

Al principio todo marchó perfec¬ 
tamente; poco después empe¬ 
zaron a surgir dificultades. 

La llegada de estas familicts “pro¬ 
testantes” asustó aljesulta Fran¬ 
cisco Magesté, tanto más que 
los habitantes se los disputa¬ 
ban para el trabajo y eran muy 
apreciados por ellos. El jesuíta 
Magesté influenció al Jefe Polí¬ 
tico Juan P. Caraviay éste envió 
por tres domingos consecutivos 
a un Comisario para que asis¬ 
tiera a los cultos que Baridón 
celebraba en su casa. Un día se 
presentó el Comisario Martínez 
con 10 hombres armados en 
casa de Baridón: 

“¿Es usted el que bautiza y 
casa?” le pregimtó. 

“No señor”, contestó Baridón, 
“estos actos litúrgicos no pue¬ 
den ser administrados por un 
hombre que no ha recibido las 
órdenes eclesiásticas”. 

“Pero usted celebra un culto en 
su casa”, observó el Comisario. 
“Sí señor”, fue la repuesta. 

“¿Y ha avisado a las autorida¬ 
des?”. 

‘Todavía no, pero no tengo nin¬ 
gún inconveniente en hacerlo”. 
“Bien; usted debe ir lo más pron¬ 
to posible a hablar con el Jefe 
Político y con el cura, a ese 
respecto”. Baridón observó que 
era la Semana de Pascua y que 
no le parecía oportimo hacerlo 
enseguida, pero que lo haría en 
la semana siguiente. 

“Así sea”, dijo el Comisario y se 
fue. 

Baridón avisó a Juan Negrín y 
los dos salieron a caballo para 
Montevideo, pasando por la casa 
de José Planchón que los acom¬ 
pañó también a la capital. Ex¬ 
pusieron la cuestión al Reve¬ 
rendo Pendleton, quien se en¬ 


trevistó con el Ministro del Inte¬ 
rior Antonio de las Carreras. 

El Ministro, sorprendido, escri¬ 
bió una carta al Jefe Político de 
Florida: Tengo, -decía la carta- 
, excelentes informaciones acer¬ 
ca de esa gente: son trabajado¬ 
res, sencillos y por consiguiente 
pacíficos. Y como el principio 
constitucional es al mismo tiem¬ 
po im principio de progreso, 
creo que se debe concederles 
plena libertad en el cumplimien¬ 
to de sus prácticas y defender¬ 
los contra los ataques del fana¬ 
tismo, que podría suspenderlas 
y hasta abolirías del todo. Espe¬ 
ro que usted tomará las medl- 
dcis necesarias para que, una 
vez persuadido del objeto de 
esas reuniones, sean dejados 
Ubres, y que la paz debe reinar y 
no ser comprometida por nin¬ 
gún forastero, por ningún 
pretexto...”. (Existe copia de esta 
carta). 

Con este precioso documento 
los Valdenses volvieron a Flori¬ 
da. El día señalado, Baridón se 
presentó al Jefe PoUtlco, quien 
éil leer la carta, lo recibió con 
muchísima amabiUdad. 

Al despedirse de Baridón, el Jefe 
PoUtico le dijo: “Podéis ejercer 
vuestro culto en vuestra casa 
con toda Ubertad, como mejor 
os péirezca y cuando deseéis 
construir un templo, decídme¬ 
lo, y yo me ocuparé de ustedes. 
Id en paz, nadie os molestará 
más y si alguno lo hiciere, 
avisadme” (texto extraído de las 
memorias de J. P. Baridón). 

A pesar de esto, siguieron las 
amenazas. Parece que el famoso 
Magesté anunciaba en sus pré¬ 
dicas que iba a exterminar a 
todos los “protestantes”. 
Válganos el siguiente relato: im 
día en que el fogoso Magesté 
incitaba a sus feUgreses a come¬ 
ter actos de violencia en contra 


de esos “herejes” Veddenses, el 
organista de la Iglesia -|im ale¬ 
mán protestantel- prestó oídos 
a estas palabras. 

Éste conocía al Valdense 
Marauda, un sastre radicado en 
la ciudad, y no demoró en co¬ 
municarle la insidiosa sugeren¬ 
cia del pretendido vocero del 
Hijo del Dios de amor. 
Marauda a su vez, no tardó en 
dar parte de todo esto a Juan 
Pedro Baridón, que por enton¬ 
ces era el consejero y guía espi¬ 
ritual de nuestros colonos. Por 
otra parte, los Valdenses no es¬ 
taban librados de ataques de 
malhechores. Así por ejemplo, 
Juan David Geymonat, casi fue 
víctima de ima celada. Desper¬ 
tado durante la noche y llamado 
afuera de su rancho, no bien 
asomó al umbral de su puerta, 
le tiraron un lazo, y cayó al suelo 
para ser arrastrado hasta muy 
lejos. Era vm jinete quien lo 
había enlazado a traición. Afor¬ 
tunadamente, un hijo de 
Ge)mionat, alarmado al no oír la 
voz de su padre, tomó xma esco¬ 
peta y la descargó en la direc¬ 
ción del ruido. El asesino ate¬ 
morizado, cortó el lazo y se fue. 
El 12 de junio de este mismo 
año 1858, el Reverendo 
Pendleton fue a Florida, para 
enterarse “de visu” de las condi¬ 
ciones en que se hallaban los 
Valdenses, y pudo cerciorarse 
que era mejor para ellos buscar 
un punto más conveniente, en 
donde pudieran vivir máis segu¬ 
ros y más juntos”. 

Hasta aquí, lo expresado por los 
autores del libro méncionado. 
Agreguemos que frente a esta 
situación, los Valdenses resol¬ 
vieron irse para Rosario (depar¬ 
tamento de Colonia), cambian¬ 
do sus chacras de Florida. Y los 
que no poseían tierras o habita¬ 
ban en la Ciudad, recibieron 


11 


Hechos de la historia 


merced a benefactores (como la 
Sociedad Agrícola de Rosario 
Oriental, Don Doroteo García y 
otros), tierras a pagar con facili¬ 
dades. 

Y allá se instalaron, constitu¬ 
yendo la colonia próspera que 
todos conocemos, y que pudo 
poseer Florida. Cuando leemos 
la nómina de Valdenses y loca¬ 
lizamos apellidos destacados a 


lo largo de nuestra historia y en 
la época actual, comprendemos 
el mal que le ocasionó al país el 
oscurantismo, el fanatismo y la 
ignorancia de la época: factores 
negativos que se oponían a las 
mlsmeis ideas sustentadas por 
el Dios que decían respetar y 
adorar. Así perdimos nuestra 
Colonia Valdense, que enrique¬ 
ció al departamento de Colonia 


que los recibió y los protegió. 
Sin embargo sus descendientes 
no olvidaron su primer 
asentamiento en nuestros cam¬ 
pos, por cierto mucho menos 
fértiles que los de Colonia y ade¬ 
más influenciados negativa¬ 
mente por hombres que no cum¬ 
plían ton los preceptos huma¬ 
nistas que decían defender y 
difundir. 

W.M.G. 13112/85 


' Hechos de la historia 


La Estancia ‘‘La Calera” 
está desapareciendo 

(Nota IV) 


Cuando la Jimta' Pro¬ 
vincial se hizo cargo de 
la Estancia de La Cale¬ 
ra surgieron fuertes 


presiones de parte de 
un pro-hombre de la 
época, Don Francisco 
de Alzaibar, inmen¬ 


samente rico, que de¬ 
seaba comprarla. Pero 
Alzaibar no gozaba de 
mayores simpatías por 



Así conocimos la Elstancia La Calera hace 25 años, con sus rejas y 
puertas bajo un hermoso corredor cubierto con horcones de madera dura, 
que aseguraron por siglos su estabilidad. (Foto de "Anales históricos de 
Montevideo" Tomo !)• 


parte de la Junta Pro¬ 
vincial (no sabqmos la 
causa). 

De nada le valieron las 
razones eaqjuestas ante 
este organismo públi¬ 
co, ni su Inmenso pres¬ 
tigio como hombre de 
grandes riquezas, -po¬ 
seía campos, casas, 
barcos, empresas, es¬ 
tablecimientos faene¬ 
ros-, ni sus vinculacio¬ 
nes entre los hombres 
de negocios de la épo¬ 
ca. . 

Además, ofrecía por la 
estancia más dinero 
que García de Zúñiga. 
Pero no logró su empe¬ 
ño de comprarla, pues 
le fue adjudicada en 
definitiva a García de 
Zúñiga. Éste ofrecía $ 
29.020,00 con cuatro 
reales, mientras que 
Alzaibar ofrecía 


12 




Hechos de la historia 


/ í f 



Aquí podemos observar la disposición de ios horcones de madera dura 
(quizá Quebracho) que sostenía al pesíuio corredor, ffóto de "Anales 
históricos de Montevideo" Tomo I). 


$30.000,00, sin preten¬ 
der más que el campo 
de la estancia. Mien¬ 
tras que García de 
Zúñiga ofrecía menos y 
con ciertas exigencias 
como lo eran: la 
exoneración del pago de 
impuestos, la entrega 
del ganado y útiles exis¬ 
tentes, etc. 

Pero, no hubo caso... se 
le adjudicó a García de 
Zúñiga a pagar en cin¬ 
co años. 

Por el terreno de la es¬ 
tancia $ 6.367 y 4 rea¬ 
les. 

Por el ganado vacimo $ 
20 . 000 . 

Por las Suertes de 
Chamizo $ 700. 

Por ranchos, utensilios 
y aperos $ 433. 

Suma: $29.020y4rea- 
les. 

Esta suma fue la que 
pagó García de Zúñiga 
por la Estancia de los 
Jesuítas, más la canti¬ 
dad de ganado vacuno 
que adquirió en $ 
20.000. Fueron42.000 


cabezas, más los pro- 
creos luego de la expul¬ 
sión de los Jesuítas y 
además, los terrenos 
“reedengos” de Timóte y 
Mansavillagra que los 
Jesuítas utilizaban pa¬ 
ra sus “corambres”. Si 
se sumaba el "procreo” 
al gcinado mayor, se lle¬ 


gaba al enorme rodeo 
de 84.000 reses. 

Es cierto que una res 
mayor costaba 6 reales 
o menos: pero de todas 
formas no hay duda que 
el negocio fue brillante. 
No vamos a continuar 
con este proceso tan 
prolijamente descrito 


por el Dr. Carlos Ferrés, 
porque en realidad no 
es éste el momento de 
describirlo. Tampoco 
desarrolleiremos aquí 
las causas que impul¬ 
saron a Carlos 111 a ex¬ 
pulsar a los Jesuítas de 
sus propiedades en 
América, tema polé¬ 
mico y sumamente in¬ 
teresante para los 
estudiosos de la histo¬ 
ria de nuestra América. 
En este momento sólo 
nos interesa poner a 
salvo de la destrucción, 
este establecimiento 
pionero de nuestra in¬ 
cipiente industria agro¬ 
pecuaria. La familia 
García de Zúñiga, su¬ 
mamente prolífica, 
fue dividiendo la enor¬ 
me heredad y los bie¬ 
nes pasaron a distintas 
personas que la siguie¬ 
ron e^lotando a través 
de más de dos siglos. 



En esta foto bastante posterior, se nota ya el deterioro y es visible 
la ondulación que va stifriendo el corredor que más tarde se derrum¬ 
bará. (Foto publicada en El Heraldo, 23/05/86). 


13 




Hechos de la historia 


En todos los títulos de 
propiedad rurales ubi¬ 
cadas desde el Santa 
Lucáa Grande hasta Flo¬ 
rida veremos: “del Go¬ 
bierno Español pasa a 
la Compañía de Jesús, 
de ella a la Jvmta de 
Temporalidades, de ella 
a García de Zúñiga” y 
luego otros ocupan¬ 
tes... 

Adjuntamos a esta no¬ 
ta, fotos de la estancia 
que indudablemente re¬ 
cibió mejoras de peirte 
de García de Zúñiga, 
pero que en su esencia 
edillcia arranca de los 
Jesuítas. 

W.M.G. 23105186 



Eiste es el estado actual del antiguo casco. Las pitertas y ventanas han 
quedado exptiestas pues los corredores cayeron, y la desol€uMn es total. 
(Foto publicada en El Heraldo, 23/05186). 


Vivencias 


Leguisamo en Florida y 
Don Talo Manera 



Caricatura de Don Talo Manera tomando el 
tiempo a uno de sus pupilos en 1931. La carica¬ 
tura es de Alberto Pratto. (flustracón del archivo 
del Dr. Wilson Monti). 


A veces recuerdo tres 
frases que mantienen 
vigencia a través de los 
años y que ahora 
resurgen en la crónica 
que desarrollaré en esta 
oportunidad. 

Decía Don Alberto Riva: 
“la propaganda escrita 
perdura”. 

Decía Don Lorenzo 
DAuria: “todo lo que 
no se escribe, se pierde 
seguramente, luego de 
dos generaciones”. - 
Y escribía Don Orestes 
Scotti que para cono¬ 
cer mucho de lo que fue 


Florida, había que abrir 
el “sarcóféigo” que po¬ 
seía aquel florldense 
que fue Don Juan An¬ 
tonio Cabrera y de allí 
“exhumar” lo que bus¬ 
cábamos. 

Todo eso está presente 
en esta ocasión, con 
motivo de recordar la 
primera carrera gana¬ 
da en el Hipódromo 
Oficial, por Irlneo 
Leguisamo. 

Fúe en la época en que 
yo hacía mis primeras 
experiencias en el 
“gateo”. Pero gracias a 


14 






Vivencias 


Irineo Leguisamo visto por la pluma de Ramón Sarla (1994). 


mi propio “sarcófago”, 
a las Indicaciones de 
Don Lorenzo D’Aurla y 
a la máxima comerdéd 
de Don Alberto Rlva, 
hoy podemos transmi¬ 
tir lo que fue aquella 
carrera y otras dls- 
greslones que a lo me¬ 
jor pueden llegar a In¬ 
teresar. 

Leguisamo, el “eximio”, 
el jockey más destaca¬ 
do del Río de la Plata y 
famoso todo el mundo, 
tuvo su primera carre¬ 
ra ganada de acuerdo 
al siguiente resultado: 
“Hipódromo de Florida. 
Reunión del día 7 de 
marzo de 1920. 

2- Carrera, Premio Ma¬ 
chete, 500 metros. 

1®) Curruca, 40/43 
por Vago y Yegua 
S/P del Stud 
Ensayo. 

1. Leguisamo 
126-133. 

2®) Viuda, 55/56 
N. Uzarrete 
101 - 100 . 

3®) Sun Flower, 

47/52 

A García 19-8. 

4®) Paisanita, 

51/49 

M. Gulchón34-67. 
Tony, 59 F. Medina 64- 
40; Gonda, 59 T. Ber- 
días 106-107; Mala Fe, 
57 N. Meló 7-6; Brillan¬ 
te, 53 (con Paisanita) F. 
País; Grupito, 52/49 P. 
Morales 17-28; Guavl- 
)ni, 42/39 C. Ibarra 5- 
2 . 

Corrieron todos. 
Dividendos de Curruca 
$ 6,00 y 3,60; Viuda $ 
3,20. 


Sun Flower $ 17,05. 
Ganada por 1 y 1/2 
cuerpo. 1 cuerpo de la 
2° a la 3°. 

Tiempo 0.29 
Compositor Natalio Ma¬ 
nera.” 

Con esta carrera se Ini¬ 


ció el ciclo triunfante 
del “Eximio” en Hipó¬ 
dromos Oficiales: Flo¬ 
rida, Maroñcis, Palermo, 
San Isidro, LaPlata, etc. 
Pero veamos lo que dice 
la crónica de “Turf 
Florldense”, revista pu¬ 


blicada por los años 
1930/31 y que fue rea¬ 
lizada en gran parte por 
la pluma de Don 
Ladislao Rey Pastorinl, 
“alma máter” en la re¬ 
cuperación de Hipódro¬ 
mo de Florida. 



15 






Vivencias 



Leguisamo en la época que ganó con Curruca. 
(Foto publicada en el lAbro de Florida", editado 
por Diario del Plata). 


Decía dicho artículo 
dedicado a la vida de 
Irineo Leguisamo: 
“cuando en busca de 
datos e impresiones 
para Turf Floridense' 
abordamos al simpáti¬ 
co decano de los 
cuidadores del solar, 
Don Talo Manera, en 
dos momentos lo vimos 
conmoverse hasta la 
emoción: era un frío 
atardecer dejunloyTalo 
había ganado tempra¬ 
no la cama. Demás está • 
decir que con motivo de 
los temas preferidos, 
giraba no recordamos 
sobre qué punto la con¬ 
versación, y de repente 
al igual que cuando mo¬ 
mentos antes referíalas 
proezas de Totoral (1), 
vemos que las cobijas 
se arrollan, el semblan¬ 
te de Talo se ilumina y 
lo tenemos incorpora¬ 
do en el lecho, habla 
pronunciado el nombre 
de Leguisamo. Sus pa¬ 
labras brotan “sin or¬ 
den ni concierto” al re¬ 
cuerdo del “genio igno¬ 
rado” que pasó a su vera 
empuñando las riendas 
de algunos de sus 
parejeros. 

“Pongan que yo fui 
quien lo hizo ganar en 
el Hipódromo por pri¬ 
mera vez a Leguisamo; 
vino derecho aquí, a mi 
casa... comía aquí... Lo 
trajo Chinchín Flores, 
para correr a Curruca, 
Golosina y otro caballo 
de Pedro ZanelU, no me 
acuerdo cuál... ¡Qué me 
dice!... Era un tlpito in¬ 
significante. .. La figuri¬ 
ta no decía nada... pero 


nadal... ¡Quién iba a 
decir que en ese saco 
había chicharrones! 
¡Recuerdo que tenía 
una condición que era 
buena: se venía como 
durmiendo arriba del 
caballo... Dése cuenta... 
Figúrese que una vez la 
dije: '¡Che! ¿No ves que 
vos no podés ganar nin¬ 
guna carrera? Te venís 
como durmiendo... no 
tenés nervios'... Mu¬ 
chas veces se lo hice 
presente... ¿qué me 
dice? Porque la prime¬ 
ra carrera me la ganó 
con Curruca y después 
me perdió otras. Me 
acuerdo que cuando le 
decía eso, unas veces 
se sonreía y levantaba 
los hombros... otras 
veces me miraba indi¬ 
ferente con aquellos oji¬ 
tos perezosos, que pa¬ 


recían querer mirar 
muy lejos y muy hon¬ 
do... Pero amigo: es que 
ya tenía el “genio aden¬ 
tro” esa condición “era 
la buena” y a mí me 
desesperaba. Iba y ve¬ 
nia en casi todas las 
reuniones... andaba 
muy pobre en ese tiem¬ 
po... Después de ganar 
con Curruca, al tiempo 
se apuntó con un 
“mandoble” de cien y 
pico por boleto, con 
aquel caballo Ranún 
del Dr. Sierra. No ha 
dado un dividendo más 
grande... También ob¬ 
tuvo otros triunfos con 
Tonyy Reina Juana que 
habían traído de Salto, 
y sé que también ganó 
con un tordillo en 
Durazno por esos tiem¬ 
pos”. 

Quien conoció a Tío 
16 


Talo, revive su forma de 
hablar y de actucir, 
cuando relee la fideli¬ 
dad con que fue escrita 
esta entrevista. Y revive 
también la época de la 
infanciay adolescencia 
en contacto diario con 
el Stud del Tío Talo en 
su quehacer diario, en 
los pedigree, en los 
tiempos marcados, en 
las pistas, en los baños 
de los racers en la La- 
gima del Bote y en los 
dichos turfisticos con 
una sabrosa experien¬ 
cia. 

Y pasando los años, im 
día nos confesaba: “Lo 
que yo creí im defecto 
en Leguisamo, era su 
virtud: su tranquilidad, 
su aplomo, su cabeza 
fría, eran los atributos 
que empleaba para sus 
resonantes victorias”. 
Talo conservó como im 
tesoro la casaquilla roja 
y negra de su Stud con 
la que ganó Curruca. 
Creo que con motivo de 
ima visita de Leguisamo 
al Hipódromo de Las 
Piedras, Talo se la ob¬ 
sequió como un precia¬ 
do recuerdo prévlendo 
seguramente su próxi¬ 
ma muerte, que se pro¬ 
dujo poco después ya 
muy anciano. 

(1) Totoral fue un potrillo 
de su propiedad que le 
dio grandes satisfaccio¬ 
nes. Ganó varios clásicos 
en Maroñas y cuando 
creía con él ganar la Polla 
de Potrillos, se le mancó 
de gravedad. Talo siem¬ 
pre le recordó como su 
mejor caballo. 

W.M.G. 25/01185 


Mundo biológico 


Ofidios en Florida 

Nota II 



Actitud de una cascabel ai morder. 


En una nota anterior, comenta¬ 
mos el hallazgo en el departa¬ 
mento de Florida, de víboras de 
Coral, hasta el momento igno¬ 
rada su presencia en nuestros 
campos, por quien esto escribe, 
a pesar de su curiosidad e inte¬ 
rés por conocer lo más 
exhaustivamente posible a es¬ 
tos integrantes de nuestra fau¬ 
na. 

Pero la Coral no es sino una de 
nuestras “indeseables” compa¬ 
ñeras de este mimdo biológico, 
ya que también habitan sobre 
nuestro suelo floridense otros 
ejemplares, a los cuales por lo 
menos debemos conocer y tam¬ 
bién respetar. 

Cerca de nuestra ciudad sólo 
vemos culebreis y no víboras. 
Aquellas, las culebras, son in¬ 
ofensivas, con características 
propias: pero igual las destrui¬ 
mos sin ninguna razón, quizá 
por aquella tradición venida 
desde los tiempos bíblicos, rela¬ 
cionada con el episodio de “Adán 
y la serpiente”... Lamentable 
error. Porque nuestras culebras 
son animales útiles, que en nada 
nos peijudlcan, pues devoran 
ratones, Coleópteros, cucara¬ 
chas y otros pequeños y aún 
perjudiciales seres. Esto quiere 
decir que lá “Pajarera” o víbora 
negra, la víbora verde, o aquella 
que ostenta los colores de 
Peñarol, o la de “vientre rojo” o 
una cantidad de culebritas in¬ 
ofensivas, son víctimas del odio 
y el desprecio humano sin nin¬ 
guna razón valedera. 

Son comunes los dichos: “se 
arrastra como una víbora”, “es 
una víbora”, “tiene una lengua 
de víbora”, etc., significando de 


esa manera que la persona a la 
que van dirigidos esos epítetos 
es un ser despreciable. 

La verdad es que las culebritas 
que vemos en las cercanías de la 
ciudad de Florida, son inofensi¬ 
vas; aunque aveces para impre¬ 
sionar toman actitudes agresi¬ 
vas, que no pasan de ahí. 

Pero si nos trasladamos al NE de 
nuestro Departamento, encon¬ 
tramos fundamentalmente dos 
especies de víboras ponzoñosas 
que son de temer y de respetar: 
la “Víbora de La Cruz” o 
“Crucera” y la “Yara” o “Yarará”. 
Decimos 'fundamentalmente', 
porque casi se ha extinguido allí 
la “Víbora de Cascabel” tan te¬ 
mible y tan difundida por toda 


América. En la zona de Cuchilla 
Grande, siguiendo hasta 
Reboledo, se encuentran estos 
ejemplares de ofidios, y en este 
sitio, aunque son escasas, se 
vieron alguna vez cerca del Arro¬ 
yo Milán. 

Son lugares serranos con valles 
húmedos y fértiles en donde 
viven en su verdadero hábitat. 
Sabemos que se alimentan de 
ratones, apereás, sapos, ranas, 
huevos, artrópodos, etc. 
Pensamos que en la zona de Isla 
Mala, por ejemplo, encontrarian 
también pedregalesy pajonales, 
valles húmedos, y cañadas pró¬ 
digas en especies alimenticia. 
Pero el habitat es un asunto 
complejoy no siempre fácil com- 


17 




Mundo biológico 



pn'nder y explicar. Los campos 
más poblados de ganado y de 
hombres las ahuyentan, los 
campos más solitarios son pre- 
íeridos por ellas. De este lado del 
Yí no hay cruceras, o hay pocas; 
en el Departamento de Durazno, 
al otro lado del Yí, abundan. No 
olvido nunca el nombre de una 
estancia: “Las Cruceras”. 

Lo cierto es que tenemos a esas 
compañeras de nuestro mundo 
biológico, en esa zona de Flori¬ 
da: Cerro Chato, Valentines, 
Nico Pérez, Illescas, Cerro Colo¬ 
rado y a veces hasta Reboledo. 

¿Cómo son? 

La Víbora de la Cruz o Crucera 
[Bothrops cdtematus) y la Yara o 
Yarará (Botthrops neuwiedi 
pubescens) se parecen mucho; 
pertenecen al mismo género y 
se diferencian en ciertos deta¬ 
lles. 

La Crucera es algo más grande. 
Hemos visto alguna de hasta im 
metro y medio, mientras que la 
Yara difícilmente alcanza a un 
metro. Las manchas de su cuer¬ 
po son distintas: la Crucera pre¬ 
senta manchas oscuras en for¬ 
ma de herradura, mientras que 
la Yara ofi'ece manchas en for¬ 
ma de trapecios. La Crucera 
prefíere lugares húmedos, mien¬ 
tras que la Yara prefíere lugares 
pedregosos. 

Estos ofídios, lo mismo que la 
Cascabel que describiremos 
después, presentan los caracte¬ 
res de los ofídios ponzoñosos, 
(con excepción de la Coral que 
tiene un aspecto de culebra 
inofensiva): cabeza chata trian¬ 
gular, boca grande, fosetas, pu¬ 
pila vertical, cuerpo ancho, cola 
afílada bruscamente, y dientes 
Inyectores de ponzoña produci¬ 
da en glándulas especializadas. 
Estos dientes son móviles, y 
renovables cuando los pierden 


(solenoglifos). Tienen toxinas, 
muy activas, a veces mortal. 
Son agresivas cuando se las pisa 
o molesta. No buscan al hombre 
para atacarlo: sus mordeduras 
siempre son causadas por acci¬ 
dentes. 

Son im problema grave en Bra¬ 
sil, Argentina, o Paraguay, pero 
en nuestro país los accidentes 
por mordeduras son escasos, y 
fácilmente tratables (claro que 
si hay tiempo y se tiene el suero 
a mano). 

Debemos exterminar cuanta 
Crucera y Yarará veamos y no 
hacer como sucede en la India 
en donde la Cobra es considera¬ 
da im animal sagrado y no se la 
mata porque dicen los libros 
sagrados que una Cobra dila¬ 


tando su cuello (es común en 
esa especie) protegió del Sol a 
Buda e impidió que éste murie¬ 
ra por insolación bajo su ar¬ 
diente calor... 

En la India mueren miles de 
personas por año por mor¬ 
deduras de Cobra, una pariente 
cercana de nuestra Coral, y con 
un veneno tan violento como.el 
de ella. 

Cabe aquí repetir las precaucio¬ 
nes aconsejadas, al frecuentar 
zonas en donde hay probabili¬ 
dad de hallar especies ponzoño¬ 
sas: usar botas, no destruir la 
fauna ofióloga, tener suero a 
mano, destruir todas las víbo¬ 
ras ponzoñosas que se encuen¬ 
tren, y no introducir las manos 
en cuevas del campo. 


18 






Mundo biológico 


¿Cómo actúa el veneno? 

Solamente diremos que produ¬ 
ce lesiones en el lugar de la 
mordedura, y posterior acción 
sobre el sistema nervioso, cora¬ 
zón y pulmones. Fuertes sínto¬ 
mas de intoxicación, hemorra¬ 
gias, postración, etc... Si la víbo¬ 
ra no ha mordido antes a algima 
presa, sus glándulas están re¬ 
pletas de ponzoña. Si ha mordi¬ 
do, ya ha gastado parte de ella y 
los fenómenos tóxicos son más 
leves. 

¡Cuidado con ellas! Generalmen¬ 
te las mordeduras son en las 
piernas, pues no pueden subir 
más arriba apoyándose en la 
cola y parte inferior de su cuer- 
po. Más graves son las 
mordeduras en el cuello o en los 
brazos -por su proximidad a los 
centros nerviosos-. 

Las víboras venenosas repre¬ 
sentan un tremendo problema 
par los monteadores, cortado¬ 
res de paja, “capincheros”, 
arroceros, niños descalzos, etc. 
Los niños que persiguen lechu¬ 
zas o mulitas, o que desconocen 
a veces el poder mortífero de 
estas víboras, están muy ex¬ 
puestos. Teníamos una Crucera 



Cabeza de una Cascabel. 


de más de un metro en nuestro 
Liceo, traída de Caraguatá (Ta- 
cucirembó). 

Para finalizar, haremos algunas 
consideraciones sobre la Víbora 
de Cascabel [Crólalus durissus 
terríflcus) difundida en toda 
América, y considerado el más 
peligroso de nuestros ofidios, 
pero el menos frc(njente. 

En Florida, en los lugares des¬ 
critos puede encontrarse, pero 
esmuypocofrc<nicnte. Sonmás 
comunes en Uivalleja, Maído- 
nado, Rocha, etc. 


La Cascabel vive en zonas pe¬ 
dregosas y tiene una alimenta¬ 
ción semejante a las otras víbo¬ 
ras. Posee en la extremidad de la 
cola, ima serie de anfilos cór¬ 
neos, que sacude nerviosamen¬ 
te cuéindo está irritada. 

Su cuerpo tiene una forma se- 
mejcmte al de los otros ofidios 
ponzoñosos, es grueso y aveces 
llega a un metro de longitud. 
Presenta manchas en forma de 
rombos y el “cascabel" caracte¬ 
rístico. Su veneno es muy acti¬ 
vo, siempre grave y hasta mor¬ 
tal, si no se trata rápidamente al 
paciente. 

En el Museo de la Fauna de 
Piriápolis, hay un hermoso ejem¬ 
plar proveniente de la Sierra de 
las Ánimas. 

Además de las zonas descritas 
puede encontrarse en Artigas, 
Rivera y Tacuarembó, siempre 
en zonas pedregosas. 

Existe suero específico para sus 
mordeduras y suero polivalente 
en el que se incluyen los de otras 
especies, que es eficaz, siempre 
que sea administrado en el me¬ 
nor lapso de tiempo posible. 

W.M.G. 28/11/85 


Hechos de la historia 


Algunos aspectos vinculados al recuerdo del Héroe de Sarandí 

Un valiente hijo de la Patria 


El 12 de Octubre de 1902 se 
descubría en la Plaza de Minas, 
el monumento al Gral. Juan 
Antonio Lavalleja, Jefe de la 
Cruzada Libertadora y Triunfa¬ 
dor de Sarandí. 

La hermosa ciudad de las sie¬ 
rras, luego de haberle visto na¬ 
cer en la vieja casona que aún se 


conserva -transformada en 
museo-, lo veía erguirse en su 
plaza principal, con un gesto de 
arrojo, que debe haber sido su 
gesto Cciracteristico en la carga 
de Sarandí y que Juan Ferrari, 
captó con tanta belleza y realis¬ 
mo. 

Fue este monumento (cuya foto 
19 


reproducimos), dprimeroecues- 
tre que tuvo nuestro país, con 
un realismo impresionante al 
que sólo le falta el consabido 
grito de la carga avasallante; 
“¡Carabina a la espalda y sable 
en mano!”, para completar la 
magnífica creación de Ferrari. 
Decía “El Viejo Pancho” en su 




Hechos de la historia 



Monumento al Gral. Juan Antonio Lavalleja en Minas, tPoto del 
archivo del Dr, Wilson Monti). 


poesía inolvidable “Ni carrera”: 
“Con ver cómo se cífirma en los 
estribos 

te vas a convencer que... ¡ni ca¬ 
rrera.'” 

El escultor Juan Ferrari, siguió 
la senda de su padre, el también 
exquisito artista que realizó 
nuestro monumento a la Inde¬ 
pendencia Nacional, que luci¬ 
mos en nuestra Plaza Asam¬ 
blea. 

Grandes festejos se realizaron 
en esa oportunidad, en que una 
verdadera multitud acudió al 
descubrimiento del monumen¬ 
to a su valiente y sacrificado 
hijo, haciendo oír a la multitud 
su emocionado canto a la pa¬ 
tria, el Dr. Juan Zorrilla de San 
Martín y el poeta Raúl Montero 
Bustamante. 


He aquí otro hecho interesante 
relacionado con este episodio: 
el día 15 del mismo mes y año, 
es decir tres días después de 
inaugurado el monumento, la 
Comisión de festejos visitó a la 
hija del Gral. Lavalleja, Doña 
Ana Lavalleja de Landívar, quien 
los recibió en la vieja casona de 
los Lavalleja, en la calle Misio¬ 
nes (hoy felizmente conservada 
con todos sus detalles, y trans¬ 
formada en Museo Histórico). 

Allí se tomó la foto que acompa¬ 
ña esta nota, en la que se ve a la 
Sra. Ana Lavalleja de Landívar 
acompañada por el escultor 
Ferrari, el Sr. Juan R. Albistur, 
el Dr. Juan Zorrilla de San 
Martín, el Dr. Juan M. Sienra y 
Carranza y el Senador Federico 


Canfield. Junto a ella aparecen 
la Sita. Galli y el poeta Raúl 
Montero Bustamante. También 
dice la crónica, que estaban pre¬ 
sentes los descendientes de al¬ 
gunos héroes de la Cruzada 
Libertadora, como Trápani, 
Latorre y Zufilategui. 

El po’eta Montero Bustamante 
leyó su poema “Canto a 
Lavalleja” (que había declama¬ 
do tres días antes en Minas), ala 
hija del prócer: 

“He puesto la mano sobre el 
corazón de la patria 
y lo he sentido latir...” 

La señora Lavalleja, honda-men¬ 
te conmovida, lo agradeció. 
Nuestro inolvidable amigo, don 
José Víctor Mendizábal, alcan¬ 
zó a conocer, siendo niño, a la 
anciana señora, por ser amigo 
de su hijo, el Sr. Landívar 
Lavalleja, que concurría a Flori¬ 
da con cierta asiduidad. Decía 
Don Víctor, que era la estampa 
viva de su abuelo el General. 
En una ocasión, le acompañé a 
visitar la casa de Lavalleja. Allí 
contemplé el centenario banano 
existente en uno de sus patios, 
y el mismo mobiliario que pro¬ 
cedía de la época en que vivía el 
General. Todo estabaigual. Todo 
fue cuidado con esmero: la sala 
con su mesa, sobre la que el 
cuerpo del Jefe de los Treinta y 
Tres sufrió la autopsia, dada su 
súbita muerte. Así como estaba 
todo, había sido entregado al 
Estado para su transformación 
en museo. 

La Casa de Lavalleja es ima fiel 
representación de una época con 
una arquitectura propia de las 
primeras etapas de la patria, 
época de la Invasión Portugue¬ 
sa. Así, cuidada y conservada 
con esmero, pasó a ser propie¬ 
dad dé la nación. 

Sarandí Grande, nuestra segun¬ 
da ciudad, luce el monumento 


20 





Gallinal, con motivo del Cente¬ 
nario de la Batalla de Sarandí. 
Lejos de la ciudad, en el camino 
a Polanco del Yí, existe un 
obelisco que señala aproxima¬ 
damente el lugar de este hecho 
(le guerra que contribuyó gran¬ 
demente a afirmar nuestra li¬ 
bertad. 

Sarandí guarda pues, en sus 
campos, el recuerdo de la bata¬ 
lla que sostuvieron nuestros 
hombres contra un imperio 
avasallante e injusto. AUí estu¬ 
vieron juntos todos los Tenien¬ 
tes de Artigas que continuarían 
cubriéndose de gloria hasta lo- 


Hechos de la historia 


Visita a la Sra. Ana lAwalleja de Landivar, El primero a la izquierda es el escultor Juan Ferrari. 
El tercero es el Dr. Juan Zorrilla de San Martín. Sentado a la izquierda de la Sra. Ana Lavalleja, 
el Senador Montero Bustamante. (Foto de 'Mundo Uruguayo" del 16110152). 


cuya foto también figura en esta la patria. Por su parte, Minas 


da historia, se proyecta y se 
proyectará a lo largo de la exis¬ 
tencia de nuestra patria. 

W.M.G. 11/10/86 


nota. Obra de Don José Luis 
Zorrilla de San Martín, fue do¬ 
nado a la entonces Villa de 
Sarandí ñor el Dr. Aleiandro 


tiene en su centro el monumen¬ 
to a su valiente hijo, que a través 
de nuestra joven pero sacrifica¬ 


Monumento 
a Lavalleja 
en Sarandí 
Grande. 
(Foto del 
archivo del 
Dr. Wilson 
Monti). 




21 










Mundo biológico 


La leche: Alimento 
vital de la familia 

(Nota II) 


El Uruguay es uno de los pocos países que tiene 
el privilegio de beber leche fresca líquida, diaria¬ 
mente. No obstante, debemos informamos que la 
leche puede sufiir modificaciones en su estmc- 
tura química, buscándose mejoras nutritivas, 
mayor estabilidad de su integración, conserva¬ 
ción, uso en fines terapéuticos, etc. 

Leche maternizada o 
humanizada 

La leche de vaca, se puede adaptar a la composi¬ 
ción de leche materna humana, para ser emplea¬ 
da como alimento para los bebés lactantes. 

Se busca que el organismo del niño que por 
distintas razones no pueda alimentarse directa¬ 
mente del pecho materno, encuentre en esta 
leche (generalmente en polvo), un sustituto. 

Se ofrecen en el comercio leches para niños sanos 
y para niños enfermos. En estos últimos casos, se 
les modifica también el porcentaje de los compo¬ 
nentes de la leche natural, a los efectos de que el 
organismo del niño enfermo, reciba el alimento 
sin mayores problemas. Se trata pues, de un 
alimento medicamentoso. 

Leche en polvo o desecada 

Esta forma de leche se ha generalizado mucho en 
el consumo popular de nuestro país. Posee las 
mismas cualidades de la leche hervida. 

Se le ha quitado el agua por acción del calor, y 
cuando se le agrega agua hervida, se le devuelve 
la constitución química original. 

Esta leche es una gran solución para las zonas del 
mundo donde falta la leche fresca, por razones de 
clima, por falta de ganado lechero o por razones 
económicas. 

Se consume leche en polvo en gran parte de los 
Estados Unidos de Norteamérica, en América 
tropical, África, Asia, Europa, Brasil, y aún en 
gran parte de Argentina. En nuestro tiempo es 


ima forma muy común de utilizar este alimento. 
En Uruguay también se consume, pero en menor 
cantidad. La mayor parte se exporta a otros 
lugares del mundo. En tiempos no muy lejanos, 
era un elemento de reserva que poseían las 
usinas procesadoras de leche, para utilizarla 
mezclándola con leche fresca, durante períodos 
de escasez (sequías prolongadas, inviernos muy 
fnos, o con temporales muy prolongados, etc.). 
Posee el gusto de la leche hervida, por la coagu¬ 
lación de las proteínas y la formación de “carame¬ 
lo” por la acción del calor sobre la lactosa. 
Además, por haber perdido el agua, su transporte 
es más económico, que cuando se realiza en 
botellas o bolsas plásticas. 

Leche condensada 

Se obtiene sacándole a la leche un porcentaje del 
agua, pero sin llegar a la desecación, y agregán¬ 
dole azúcar. Esta forma de consumo de la leche 
no es común en nuestro país. 

Leche fermentada 

La forma más común y felizmente cada vez más 
consumida en nuestro país es el yogurt. Éste se 
obtiene por acción de fermentos lácticos sobre la 
leche. Es un excelente alimento para todos, par¬ 
ticularmente para personas con afecciones intes¬ 
tinales. 

Se produce con leche integral o descremada, y 
con agregados diversos como frutas, dulces, etc. 
que lo hacen más apetecible aún. 

Crema 

Es la sustancia grasa de laleche. Si dejamos leche 
en reposo, sube a la superficie la sustancia grasa, 
formándose lo que vulgarmente se conoce como 
“nata”. 

Se altera fácilmente si no se le conserva a baja 
temperatura. Tiene un alto poder nutritivo, ya 


22 



Mundo biológico 


que posee las sustancias grasas de la leche y gran 
parte de sus proteínas. 

Se la utiliza mucho en la alimentación, básica¬ 
mente en postres. Cuando se batey se centrifuga, 
los glóbulos de grasa se unen entre sí y se pierde 
el agua existente entre ellos, formándose así la 
manteca. 

Manteca 

La manteca es producida por el hombre, por los 
métodos antes nombrados. 

Es más rica en grasa que la crema y contiene 
además proteínas, azúcares y sales minerales. 
Su composición media es: 

Sustancias grasas 90% 

Caseína, lactosa y sales minerales 2% 

Agua 8% 

La manteca se altera fácilmente, tomando el 
sabor a "rancio”. Para evitarlo, debe agregársele 
sal o mantenerla a baja temperatura. 

Es un producto tan alterable como la leche, por 
poseer casi todos sus elementos químicos, por lo 
cual su fabricación con crema cocida o mejor aún 
pasterizada, destruye gérmenes nocivos para la 
salud. 

Su pureza puede ser modificada con el agregado 
de diversas sustancias, como colorantes y aún 
grasa animal, alterando de ese modo su csdidad. 
Es un excelente alimento. 

Quesos 

El queso es un producto de la leche, conocido 
desde épocas muy remotas. 

Procede de la coagulación de las proteínas de la 
leche, sobre todo de la caseína. Luego ese coagu¬ 
lado se somete a un tratamiento especial, para 
formar lo que llamamos quesos, de los que hay 
varios tipos. 

Es un excelente alimento, pues contiene proteí¬ 
nas, grasas, y sales minerales, sobre todo sales de 
calcio. 

Los quesos pueden alterarse y adulterarse con 
facilidad, por lo que deben ser atentamente con¬ 
trolados por las autoridades correspondientes, 
sobre todo los llamados quesos caseros o de 
origen desconocido. 

Como vemos pues, la leche es un excelente 
alimento: el más popular y el más noble. 


Podemos decir que es capaz de ser un único 
sustento del hombre, pues da casi todo lo que el 
organismo necesita para cumplir sus funciones: 
crecer y formarse armoniosamente. 

Los productos derivados de la leche tienen tam¬ 
bién lógicamente un elevado caudal de elementos 
nutritivos, que debieran estar prioritariamente 
en la mesa de todos. Lamentablemente no ocurre 
así, fundamentalmente por razones de orden 
económico y también por razones de acostum- 
bramiento. 

Al respecto, puedo relatar una pequeña experien¬ 
cia: siendo Director del Liceo Departamental de 
Florida, traté, tanto en verano como en invierno, 
de vender a precios módicos, leche con cacao, 
helada o caliente según la estación. Sin embargo 
no tuve éxito, pues la mayoría de los estudiantes 
preferían refrescos en base de jarabes con agua. 
Por eso, aseguro que también existe un problema 
de acostumbramiento y educación dietética que 
debe venir desde el hogar. 

El Brasil, por ejemplo, consume millones de litros 
de leche liviana con jugos de frutas, que son un 
verdadero refresco Alimenticio tanto para niños 
como para mayores. 

Repito entonces lo manifestado anteriormente: 
nuestro país tiene el enorme privilegio de produ¬ 
cir leche en abundancia, lo que puede asegurar 
a sus habitantes la posibilidad de ingerir leche 
líquida fresca, lo que no sucede en otras partes 
del mundo. 

Esto no significa que la leche en polvo sea de 
inferior calidad; al contrario: es la forma de 
presentación de la leche más común en el mundo 
y en esa forma debemos tomarla con total con¬ 
fianza, pues el agregado del agua correspondien¬ 
te, la transforma en la leche que se acostumbra 
tomar hervida. 

Una de las usinas pasterizadoras de nuestro país, 
ha estado recibiendo más de dos millones de 
litros de leche a diario. Es claro que esto sucede 
en épocas muy favorables climáticamente. Pero si 
a esta cantidad sumamos la leche que reciben las 
demás usinas del país, más la producida 
domésticamente, y la que se vende sin controles 
sanitarios, vemos que la producción de este noble 
alimento es considerable frente a un consumo 
interno sumamente restringido, que no llega a los 
500 mil litros diarios, número que se encuentra 
estacionario desde hace varios años. 

W.M.G. 27101186 


23 


Mundo biológico 


Ecología: algo que 
debemos aprender 
en nuestros hogares 

Nota III 


El empobrecimiento de pasturáis 
naturales es común en muchos 
campos. Durante años se ha 
practicado un pastoreo 
esquilmante; no se han dejado 
semillar las distintas especies 
de pastos, y entonces, al cabo de 
poco tiempo ya se observa ese 
empobrecimiento. 

Felizmente, las ciencias 
agronómicas han tomado gran 
impulso en el mundo, y científi¬ 
camente se ha procedido a recu¬ 
perar tierras empobrecidas, así 
como a fertilizar campos natu¬ 
rales que conservan las espe¬ 
cies autóctonas de pastos, que 
dieron justa fama a la calidad de 
nuestros campos. Se han trans¬ 
formado campos yermos en pra¬ 
deras, utilizándose abonos y 
semillas de nuevas especies que 
se han desarrollado con vigor. 
Siempre he dicho que creo en la 
educación, repitiendo una vieja 
aseveración de un calificado 
maestro fioridense. Debemos 
tomar conciencia que la tierra 
no es nuestra: sólo lo es tempo¬ 
ralmente, durante nuestra bre¬ 
ve existencia, para luego pasar a 
otras manos que la continuarán 
trabajando. 

Es decir que es un bien social, 
que debemos cuidar y mejorar. 
La tierra es un elemento vivo, 
que se empobrece, enferma y 
hasta muere, si no se le brinda 
cuidado. 

Hay países que hasta crean tie¬ 
rra fértil donde no existía. Ho¬ 


landa se la conquista al mar, 
Israel la extrae de desiertos de 
arena y piedra, Nueva Zelandia 
y Australia utilizan hasta los 
picos de las montañas para for¬ 
mar nuevas tierras... Todo esto 
nos habla de la capacidad del 
hombre para crear riquezas en 
los suelos. Pero para esto, debe 
ver a la tierra como el elemento 
en el cual él va a vivir, y donde 
también lo harán sus hijos, y los 
que les sigan a ellos en la vida. 
Una generación atrás, era inte¬ 
resante hablar con inmigrantes 
italianos del sur de su paiís 
(Nápoles, Calabria, Sicilia, etc.), 
de cómo era el método de cultivo 
que realizaban en sus monta¬ 
ñas: llevaban la tierra fértil en 
canastos hasta las terrazas que 
hacían en sus montañas -casi 
todas de origen volcánico-, y de 
esos pequeños “canteros”, ex¬ 
traían las verduras para poder 
vivir. 

En nuestro país es común el 
arrendamiento de las tierras. 
Esta forma de explotación no 
sirve, pues el arrendatario no se 
siente nunca apegado a esa tie¬ 
rra, pues sólo busca sacar el 
mejor resultado del suelo explo¬ 
tándolo al máximo, mientras que 
el propietario, que solamente 
busca obtener la mayor renta 
posible del bien, se desvincula 
de la forma de explotación. Nun¬ 
ca se ve en estos casos, la plan¬ 
tación de bosques, el uso de 
medios para detener la erosión. 


la construcción de embalses de 
agua, etc. El viejo aforismo “la 
tierra para quien la trabaja!' es 
una verdad que va ganando 
adeptos en el mundo entero y 
que en el Uruguay se tendrá que 
aceptar a breve plazo. 

La erosión en nuestro país reve¬ 
la cifras de enorme cantidad de 
toneladas de tierra fértil que van 
a parar al mar, arrastradas por 
las aguas. Muchos de nuestros 
ríos realizan un arrastre que los 
va cegando. En la Barra del Pin¬ 
tado, para poner un ejemplo 
cercano y nuestro, desapareció 
una laguna de 100 metros de 
longitud y bastante profunda, 
cegada por arrastres de tierra, 
seguramente proveniente de 
chacras entre las cuales corre el 
Arroyo Pintado. Algo realmente 
curioso: esa laguna, cegada en 
menos de treinta años, está po¬ 
blada de fresnos, cuyas semi¬ 
llas seguramente llegaron has¬ 
ta allí llevadas por las aguas de 
Uuvia de nuestra ciudad. 

Otro ejemplo nuestro, es el cam¬ 
bio del curso del Río Santa Lu¬ 
cía Grande junto a San Ramón. 
Entiendo que estos temas y 
muchos otros relacionados con 
la ecología, tienen que ser la 
base de la educación de los jóve¬ 
nes, no sólo de nuestro país sino 
en todo el mundo. Las riquezas 
de la tierra se agotan si no las 
cuidamos. Sus especies anima¬ 
les y vegetales desaparecen si 
no las protegemos. Nuestra vida 


24 




es amenazada si no protegemos 
la vida de los otros seres que 
conviven con nosotros, ya sean 
animales o vegetales. 

¿Hasta cuándo tendremos car¬ 
bón y petróleo? ¿Hasta cuándo 
podremos mantener a raya a los 
enemigos naturales de las fru¬ 
tas y las verduras? ¿Hasta cuán¬ 
do el mar nos seguirá entregan¬ 
do su riqueza, si lo estamos 
contaminando, o lo que es lo 
mismo, lo estamos matando? 
La producción de oxígeno irá 
mermando a medida que hace¬ 
mos desaparecer los bosques y 
contaminando las aguas. ¿Sabe 
el lector que el mar produce por 
intermedio de las algas que en él 


viven, 9/10 de la enorme canti¬ 
dad de 300 mil millones de tone¬ 
ladas de carbono, y que las plan¬ 
tas terrestres generan 1/10 de 
esa cantidad durante un año? 
Esto quiere decir, que la conser¬ 
vación de la flora terrestre y la 
limpieza de los ríos y mares, 
significa no solamente la con¬ 
servación de la producción de 
carbono -elemento fundamen¬ 
tal en la materia orgánica-, sino 
también significa la producción 
de oxígeno, elemento básico de 
la vida. Los vegetales producen 
mucho más oxígeno del que 
consumen en su respiración; 
por eso los parques y las plazas 
son llamadas "pulmones de las 


ciudades*’. 

Todos estos argumentos y mu¬ 
chos más -que nos llevaría mu¬ 
chas páginas escribir-, deben 
hacemos pensar, que el hombre 
no es el amo de todo lo que le 
rodea. Somos un elemento más 
de este conglomerado de seres 
vivos y cuerpos bmtos, que es el 
mundo en que vivimos. 

La inteligencia del hombre lo ha 
hecho dominador; pero la histo¬ 
ria y las ciencias biológicas nos 
dicen, que con algunos de sus 
actos está destmyendo el entor¬ 
no en que vive, con grave peligro 
también para su continuidad. 

W.M.G. 10/03/86 










fyir* Ikon MontI Grané nació en 
I f f i 25 de Mayo (Departamento 
I i m ds Florida) el13 de junio de 
mggmM 1919. Casado con Helena 
i liill M Roca Serra, con quien tiene 
tres hijos y siete nietos. 

Cursó Primaria en la Escuela 2 de 
Florida. Se recibió de Maestro Normalista 
en el Instituto Normal de Montevideo, en 
el año 1939. Obtuvo el título de Médico 
Veterinario en la Facultad de Veterinaria 
de Montevideo, en el año 1945. 

Militó en el Batllismo y fue electo 
Concejal en el Departamento de Florida 
para el período 1962-1966. También fue 
director de Abasto Municipal y Director 
General de Higiene en el municipio de 
Florida. 

Fue docente de Enseñanza Secundaria y 
Preparatorios; Profesor de la Escuela 
Agraria de Florida; Profesor del Instituto 
Normal de esta ciudad. Tantién fue 
Director Interino del Uceo Departamental 
de Florida. 

Desarrolló una arrplia actuación gremial: 
fue Presidente de la Asociación y la 
Federación de Empleados y Obreros 
Municipales. 

Conferenciante y divulgador permanente 
a través de diferentes medios: EL 
HERALDO, Colecciones “Nuestra Tierra’’, 
diario “El País’’, CW33 La Nueva Radio 
Florida .. 

Su vocación por la docencia lo ha llevado 
a dictar charlas y conferencias en 
centros educativos e instituciones 
públicas, centrando su interés especial¬ 
mente en temas de historia nacional, de 
historia lugareña, higiene pública y 
ecología. 

De las publicaciones realizadas en 
EL HERALDO surge esta recopilación que 
editamos en forma de fascículos 
coleccionables. 


Coordinación: 

Nina Riva 

Diseño gráfico y armado: 

Mauricio Riva 
Diseño de portada: 

Aiejandro Martínez 

Impreso en Talleres Gráficos de 
Diario EL HERALDO S.A. 

Florida, setiembre de 1994 
DI. 20082/94 




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de Diario EL HERALDO 
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